Al  instalar el aislante térmico antiblaze se puede reducir el flujo de calor en un 95%, rebajando  las temperaturas y permitiendo la preservación de materias primas y productos terminados, garantizando la no afección de la salud de las personas ya que su labor se desarrollará en un ambiente apropiado evitando el calor, el polvo, las cenizas y demás desechos que se pueden desprender de la cubierta.